El PP denuncia que hay más de 140 personas en Vitoria que duermen en fábricas y locales abandonados, sin atención de las instituciones

  • Los populares reclamarán este miércoles en el Pleno de Control de las Juntas Generales de Álava una solución inminente y también que se realoje a las seis personas que siguen en Puente Alto.
  • Ana Morales, portavoz suplente de Populares Alaveses en las Juntas Generales de Álava: “Lo que pasa en Puente Alto es la punta del iceberg, en Vitoria tenemos constancia de que entre 120 y 150 personas duermen sin techo, en la calle, en cajeros automáticos, en soportales del Conservatorio de Música, la ermita de Arriaga, en naves industriales abandonadas de Gamarra y en la antigua fábrica de Fournier hay un grupo de personas con enfermedad mental diagnosticada que duermen en el suelo y en condiciones higiénicas lamentables. Son familias con niños; también hay personas con discapacidad intelectual de 18 años y edad avanzada”.
  • “El PNV gobierna en todas las instituciones, pero en su agenda las personas desfavorecidas que están en la calle no están de manera prioritaria y ni siquiera en la cola”.
  • Hay también una persona con perfil muy similar que pasa por lo mismo que Koldo Arribillaga, que falleció hace poco porque Osakidetza no le hizo una operación ya que no tenía donde pasar la convalecencia.

4 octubre 2021.- El PP ha denunciado esta mañana que hay más de 140 personas en Vitoria que duermen en fábricas y locales abandonados, sin ser atendidas por las instituciones. La portavoz suplente del grupo juntero Populares Alaveses, Ana Morales, ha reclamado una solución urgente porque, como ha apuntado, “lo que pasa en Puente Alto es la punta del iceberg, en Vitoria tenemos constancia de que entre 120 y 150 personas duermen sin techo, en la calle, en cajeros automáticos, en soportales del Conservatorio de Música, la ermita de Arriaga, en naves industriales abandonadas de Gamarra, en la antigua fábrica de Fournier hay un grupo de personas con enfermedad mental diagnosticada que duermen en el suelo y en condiciones higiénicas lamentables. Y con perfiles muy variados, familias con niños, hay también personas con discapacidad intelectual de 18 años y edad avanzada”.

Morales ha responsabilizado al PNV “que gobierna en todas las instituciones, pero en su agenda las personas desfavorecidas que están en la calle no están de manera prioritaria y ni siquiera en la cola”. En este sentido, ha calificado de “muy preocupante” que la Diputación Foral de Álava esté mirando para otro lado. “Es la única institución que no se ha involucrado en la cuestión de Puente Alto, en los presupuestos de este año la institución foral tiene dos partidas en exclusión social y están sin ejecutar. No se ha hecho nada en esta materia”. Por ello, Morales ha insistido en que “están abocando a estas personas a dormir en la calle, a la exclusión más absoluta” y ha manifestado que “la Diputación traslada a la sociedad su responsabilidad, aprovechándose de la generosidad de muchos”. Ana Morales reclamará este miércoles en el Pleno de Control de las Juntas Generales de Álava una solución inminente. 

En el caso de Puente Alto, se han realojado ya a diez personas, pero quedan seis personas que viven allí y que no reciben atención de nadie, no han sido alojados. “Son seis personas con perfiles muy distintos, dos extranjeros sin empadronar, dos con enfermedad mental -una salió del hospital la semana pasada y lo derivaron a Puente Alto sabiendo la situación centro-, otras 2 personas están tratando de salir de la exclusión social y están con trabajo, pero con sueldo muy bajo no les llega para una habitación y este esfuerzo tendría que ser respaldado por las instituciones”, ha explicado la procuradora popular.

Morales no ha dudo en cuestionar “¿dónde está la Diputación, que es la gran ausente de lo que está ocurriendo en Puente Alto, no ha respondido a las llamadas de auxilio de los responsables de Puente Alto, a pesar de que tiene competencias en exclusión social y enfermedad mental?”. 

La procuradora de Populares Alaveses ha recordado que, en exclusión social, desde 2008 en la Ley vasca de servicios sociales la Diputación tiene competencias y no lo ha hecho. Por su parte, en enfermedad mental tiene la responsabilidad de alojamientos residenciales y hay una lista de espera de 85 personas, 57 llevan más de dos años. 

Hay también una persona con perfil muy similar que pasa por lo mismo que Koldo Arribillaga, que falleció hace poco porque Osakidetza no le hizo una operación ya que no tenía donde pasar la convalecencia. “Las instituciones miran para otro lado, se pasan la pelota unos a otros”, ha denunciado. 

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