- Recoge la bonificación con incentivos fiscales para inversiones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, neutralidad en carbono y adaptación al cambio climático; la obligación de que los vehículos forales sean de energías alternativas; la realización de informes periódicos de cambio energético porque “en la actualidad no hay parámetros de medida, ni control y necesitamos una norma que sea homogénea”.
- Persigue que la Diputación Foral de Álava y todo el sector público destine un porcentaje significativo de su presupuesto anual a actuaciones con impacto positivo para conseguir la adaptación al cambio climático y la consecución de una actividad neutra en carbono que, en cualquier caso, deberá ser como mínimo el 15%.
- Iñaki Oyarzabal, presidente del PP de Álava: “Una norma foral pionera que nace con el objetivo de situar a Álava a la cabeza de las administraciones más comprometidas y más exigentes en materia medioambiental. Recuperar nuestra marca verde que el PNV está echando a perder”.
- “Supone no depender de una voluntad de gobierno, sino de una ley que regula el cambio climático en Álava”.
- Trata de generar capacidad para invertir y empleo.
15 abril 2021.- El PP de Álava registrará mañana en las Juntas Generales de Álava la primera norma foral vasca sobre el cambio climático. En concreto, se trata de la proposición de ‘Norma Foral de Cambio Climático, Transición Energética y Economía neutra en carbono’ que, como ha señalado el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal, “es una norma foral pionera que nace con el objetivo de situar a Álava a la cabeza de las administraciones más comprometidas y más exigentes en materia medioambiental. Recuperar nuestra marca verde que el PNV está echando a perder”.
Álava se convertiría así en el primer Territorio Histórico del País Vasco con una Norma Foral con esta temática, ya que en la actualidad ni la Diputación de Vizcaya ni la de Guipúzcoa poseen una normativa de estas características. Para Oyarzabal esta Norma Foral supone un marco normativo que “no depende de una voluntad de gobierno, sino que gracias a esta ley existiría una norma foral que regule el cambio climático en Álava, con independencia de quién gobierne”. En este sentido, se ha referido a Urban Klima 2050 y Klima Araba 2050 como “planes de un gobierno”, ya que “no son una norma foral que regula, obliga y compromete”. El dirigente de los populares alaveses ha insistido en que “no se trata solo de elevar las exigencias con esta norma foral, sino de aprovechar todas las oportunidades”.
La norma foral recoge la bonificación con incentivos fiscales para inversiones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, neutralidad en carbono y adaptación al cambio climático; la obligación de que los vehículos forales sean de energías alternativas; la realización de informes periódicos de cambio energético porque “en la actualidad no hay parámetros de medida, ni control y necesitamos una norma que sea homogénea”, ha explicado Oyarzabal.
Asimismo, con la norma foral se persigue que la Diputación Foral de Álava y todo el sector público destine un porcentaje significativo de su presupuesto anual a actuaciones con impacto positivo para conseguir la adaptación al cambio climático y la consecución de una actividad neutra en carbono que, en cualquier caso, deberá ser como mínimo el 15%. En este sentido, ha desgranado que, a través de esta norma foral, Diputación exigirá a los municipios y entes locales que las emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores no incluidos en el mercado de emisiones no superen en estos momentos el 30% y el 40% de aquí a 2030, respecto a los parámetros registrados en el año 2005; que el consumo de energía se reduzca en un 20% de aquí a 2025; y el consumo de energía renovable sobre el consumo final sea del 40% para el año 2050. Además, se propone que el porcentaje de licitaciones que incorporen criterios de huella de carbono en el sector público de Álava deberá corresponder, al menos, al 45% de aquí al año 2022; y el 100% de aquí al año 2023.
Sin duda se trata de generar capacidad para invertir y empleo porque, como ha explicado el presidente del PP de Álava, “en esa adaptación, en el desarrollo de las necesidades técnicas, es donde reside la nueva economía”. Por ello, es necesario “adoptar las medidas que incentiven y aceleren el desarrollo de una economía neutra en carbono y resiliente al cambio climático de forma competitiva e innovadora que, en todo caso, garantice el suministro energético necesario asequible”.
NOVEDADES QUE RECOGE LA NORMA FORAL
Como se ha apuntado, la norma foral incluye entre sus novedades informes periódicos de cambio energético. La Diputación Foral de Álava deberá evaluar de forma sistemática y periódica el impacto climático de sus políticas. La aplicación de este criterio de evaluación implicará tener en cuenta los ámbitos de agricultura, ganadería, agua, biodiversidad, espacios naturales protegidos, bosques, gestión de especies y espacios naturales, residuos, transportes, urbanismo, promoción económica y finanzas. Y es que Oyarzabal ha apuntado que “ahora no hay control y necesitamos una norma homogénea”.
El presidente del PP alavés ha insistido en que el cambio climático es “un gran desafío medioambiental con consecuencias socioeconómicas” y se ha apoyado en la Comunidad científica internacional, que ha constatado de forma consensuada que el actual modelo de producción y consumo está generando una alteración climática global que provoca a su vez serios impactos sobre la Tierra y sobre los sistemas socioeconómicos, para remarcar la importancia de esta norma foral en el Territorio Histórico de Álava.
EN ÁLAVA URGE
Como cita la propia propuesta de norma foral registrada por el PP, en el ámbito competencial de Álava, se hace urgente asumir compromisos que supongan invertir en tecnologías respetuosas con el medio ambiente; apoyar a la industria para que innove; desplegar sistemas de transporte público y privado más limpios y baratos; descarbonizar el sector de la energía; garantizar que los edificios sean más eficientes desde el punto de vista energético; y adoptar las medidas requeridas adecuadas en cada caso para ello.
Todas las medidas y acciones que impliquen la aplicación de esta norma foral incorporarán, asimismo, los principios de protección del medio ambiente, preferentemente en la fuente de su origen, de “quien contamina, paga” y de “coste-eficiencia”. Sobre el primer concepto, Oyarzabal ha querido incidir en que “no se trata de que, por tener capacidad de pagar, se pueda seguir contaminando. No se puede pagar por contaminar, hay que intentar no contaminar y trabajar sobre la prevención de contaminación en origen”.
Mediante la norma foral, la Diputación y las instituciones y organismos forales de Álava adoptarán en todas sus acciones medidas que conduzcan a garantizar que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. En este punto Oyarzabal ha añadido que “deberá ser compatible con ofrecer a los consumidores, tanto a hogares como a empresas, un abastecimiento de energía seguro, sostenible, competitivo y asequible”. También acciones para reducir el consumo energético en todas las actividades económicas, el consumo energético en el funcionamiento de la actividad de la Diputación Foral de Álava y todos sus organismos dependientes, así como empresas públicas vinculadas a ella e incrementar progresivamente el consumo de energía renovable.
Además, la propuesta de norma foral incluye la planificación de la adaptación al cambio climático en los sectores socioeconómicos, de los recursos naturales y ámbitos territoriales a través de planes sectoriales.
INICIATIVAS QUE INCLUYE EL MARCO NORMATIVOAsimismo, el marco normativo propuesto por los populares alaveses contempla que los principalesmunicipios de Álava adopten antes del 2024planes de mitigación y adaptación con medidas para adaptarse a los principales impactos y riesgos derivados del cambio climático; que en el 2023, el sector público alavés deba calcular su huella de carbono y establecer un plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; y que el sector público de Álava incorpore en los pliegos de las licitacionesdestinados a contratos o concesiones de obra pública de nueva construcción o en modificaciones de instalaciones existentes prescripciones vinculadas a la descarbonización y la transición energética. La iniciativa del PP apuesta también por que la Diputación únicamente pueda licitar la adquisición o el alquiler de vehículos que utilicen para su tracción energías alternativas y que los eventos y actos públicos que organice incorporen en los pliegos criterios de sostenibilidad, reducción de emisiones y consumo de energía renovable asociadas a los mismos.
FISCALIDAD VERDE
Respecto a la política fiscal, Oyarzabal ha explicado que se incorporarán progresivamente elementos al sistema tributario para facilitar la consecución de una economía neutra en carbono y resiliente al cambio climático. Así, la fiscalidad ambiental incluirá “cargas fiscales para las actividades que incrementen las emisiones de gases de efecto invernadero” o aumenten la vulnerabilidad de los recursos naturales y/o de los ecosistemas, e “incentivos fiscales para las inversiones que contribuyan a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la neutralidad en carbono y la adaptación al cambio climático”, ha detallado.
En este sentido, la Diputación de Álava, al final de cada ejercicio económico, elaborará un informe en el que refleje el porcentaje de presupuesto que ha contribuido con impacto positivo en la adaptación al cambio climático y la cuantía de las medidas fiscales aplicadas; y en su caso, el uso al que se han destinado los ingresos recaudados por este concepto con referencia del criterio de priorización de gasto aplicado.
ECONOMÍA VERDE
La norma foral apuesta por que la Diputación Foral de Álava impulse el empleo en los sectores productivos de economía verde y circular, facilitando la reconversión de los sectores más directamente afectados por las medidas que exige una producción con neutralidad en carbono y de adaptación al cambio climático.
Para el presidente del PP de Álava no hay avance si no se realiza una observación sistemática del clima y, es por ello, que la norma foral recoge también que la institución foral facilite la recopilación de las variables climáticas y de transición energética esenciales mediante indicadores claros, objetivos y fácilmente comprensibles.